En España, las especies de gaviotas que provocan molestias y daños al ocupar áreas humanizadas son básicamente la gaviota argéntea (Larus argentatus) y la gaviota patiamarilla (Larus michahellis).
Las dos son aves de tamaño medio, de unos 56-61 cm de longitud y unos 140-160 cm de envergadura, con el plumaje blanco en la cabeza, nuca, pecho, vientre y flancos, y el dorso y la parte superior de las alas de color gris. Las puntas de las alas son negras y moteadas de blanco. Tienen las patas palmadas y el pico de color amarillo con una mancha roja cerca de la punta en la mandíbula inferior.
La única característica que diferencia a ambas especies es el color de las patas, que son rosadas en la gaviota argéntea y amarillas en la gaviota patiamarilla. Ésta última es la especie más abundante en España y se distinguen tres subespecies.