El ayuntamiento de Santa Lucía utiliza un nuevo sistema inteligente para el control de plagas, único en Canarias

Santa Lucía utiliza el sistema Smart de Anticimex para el Control de Plagas

Los nuevos artilugios autónomos detectan la presencia de roedores en las alcantarillas, los captura y envían un mensaje sms a un dispositivo móvil, de manera que los responsables pueden conocer las incidencias que se han producido, así como las veces y los momentos en los que se ha activado el dispositivo a lo largo de un periodo de tiempo determinado. Estos aparatos permiten evaluar la efectividad de los sistemas de control de plagas además de automatizar la desratización de una zona concreta, evitando el uso de raticidas.

El contrato, suscrito con la empresa Anticimex y el Ayuntamiento de Santa Lucía para la instalación de estos sistemas, también contempla el control de las plagas urbanas en el alcantarillado, red de pluviales, instalaciones municipales, parques, calles, plazas y colegios. Además, este contrato cuenta con un sistema de control de aves callejeras que pretende disminuir el número de palomas incontroladas que merodean por diversos puntos del municipio. En este sentido existe una planificación preventiva que desratiza y desinsecta todas las instalaciones dos veces al año. Por otro lado, se cuenta con un servicio de avisos o alertas que se pone en marcha ante cualquier denuncia del personal municipal o queja vecinal.

El área de Salud Pública informa que “utilizando estos sistemas modernos de control de plagas, cualquier vecino o vecina puede presentar un aviso por la presencia de plagas urbanas en espacios públicos, mandando un mail al correo electrónico spublica@santaluciagc.com. El propio correo pone en funcionamiento el mecanismo de alertas para que en un plazo máximo de 12 horas se dé solución al problema denunciado”.

Pino Sánchez asegura que “uno de los aspectos importantes de estos sistemas inteligentes es que no tenemos que hacer sobreuso de raticidas para controlar las poblaciones de estos roedores, con el riesgo que conlleva para la población, mascotas o cultivos un uso indiscriminado de estos productos, favoreciendo así la sostenibilidad y el equilibrio entre el control de plagas y el medioambiente”.