Las ninfas, en cambio, tienen una coloración más clara, aumentando de intensidad a medida que van pasando de una fase a la siguiente hasta que alcanzan la madurez. Esto es debido a que su cutícula es mucho más fina. La cutícula es la capa más exterior del cuerpo de los artrópodos. Es la que aporta rigidez, protección e impermeabilidad al individuo, y además, es el punto de anclaje de la musculatura, y por tanto, también funciona como esqueleto externo, lo que se conoce como exoesqueleto.